Para mantener una correcta higiene bucodental y mejorar la salud de nuestros dientes y nuestras encías es recomendable utilizar el hilo dental de manera habitual, pero ¿cuándo debemos hacerlo? ¿Antes o después del cepillado?
Algunos expertos recomiendan utilizar el hilo dental antes para no olvidarnos de hacerlo, mientras que otros aconsejan usarlo después y aprovechar así el flúor de la pasta para favorecer la limpieza entre los dientes.
La versión más extendida entre los especialistas es que es indiferente usar el hilo dental antes o después del cepillado, ya que su uso será eficaz de cualquier forma.
Antes, después, por la mañana o por la noche… Realmente no importa cuándo lo hagamos, siempre que lo utilicemos regularmente para eliminar algunas de las bacterias que se esconden en nuestros dientes.
«Las bacterias que están en nuestra boca se organizan en forma de “colonias” y el hilo dental ayuda a eliminarlas. Si lo hacemos regularmente conseguimos reducir el peligro que puede ocasionar», explica Matthew J. Messina, portavoz de la American Dental Association.
Las claves de un correcto cepillado
Lavarnos los dientes y usar hilo dental es una forma eficaz de eliminar la placa que causa la caries y de ayudar a mantener una salud oral adecuada. Limpiar diariamente entre los dientes con el hilo dental elimina los residuos que se encuentran en lugares donde el cepillo no puede llegar.
Para conseguir una óptima higiene bucodental tenemos que lavarnos los dientes tres veces cada día y durante dos minutos cada vez, dando especial importancia al cepillado de antes de irnos a dormir.
El cepillo debe utilizarse de manera inclinada, formando un ángulo de 45 grados y hacer movimientos cortos y suaves, limpiando también las encías.
Es fundamental que nos limpiemos también la lengua, donde se acumulan multitud de bacterias que provocan mal aliento y placa.
Por último, la pasta de dientes que utilicemos debe tener flúor para proteger el esmalte de los dientes y prevenir la aparición de caries.